lunes, 18 de enero de 2016

[LOVE] Reescribiendo El Despertar de la Fuerza

Un mes después, voy a romper el hielo. No quisiera que ningún despechado perdiera el tiempo, así que doy la oportunidad de dejar de leer a partir de las siguientes palabras: Me ha gustado Star Wars - Episodio VII: El Despertar de la Fuerza. De hecho hacía tiempo que no me pasaba, pero la he vuelto a ver una segunda vez y me ha gustado aún más. Disfruté como un enano el día del estreno y me levanté de la butaca compartiendo miradas de complicidad entre los que abandonábamos la sala, miradas que me hacían suponer que sí, esta vez sí. Se había conseguido devolver ese nosequé que estimula nosecuanto. Se había reestablecido el equilibrio en la Fuerza. Esta vez habría consenso entre los fans: esta es buena.


En ese momento de exacerbada exaltación de sentimientos encontrados, fui incapaz de ver lo equivocado que estaba. En mi retiro de reflexión el primer fin de semana, detecté las carencias que arrastraba la nueva epopeya galáctica. Tan obnubilado estuve por lo bien que funcionaban las nuevas caras, que no presté atención a esas debilidades que podrían derrumbar esta nueva etapa Disney de la galaxia de galaxias. El lunes después del gran estreno del año, empecé a leer y escuchar las impresiones de los grandes bastiones de la opinión en materia del universo Star Wars, y se confirmaba que no todo el monte es orégano, ni va a Mahoma. Había dos sectores enfrentados.

Fue duro descubrir que varias fuentes especializadas en cine, cultura y concretamente en la saga de Star Wars, atentaban directamente contra mi persona por el hecho de haber disfrutado y valorado positivamente la película. Me convertí en una víctima del público generalista, un fan de medio pelo, un falso fan, una persona que no tiene ni idea de cine, un borrego, un bobo, un ignorante de lo que realmente significa Star Wars y uno más de la masa inculta que consume cine palomitero sin ningún criterio. Un traidor, en resumidas cuentas.

¿Tan ciego había estado? ¿No pude ver los defectos afincados en la espina dorsal del taquillazo del año? ¿O quizás los vi pero no me importaron? Toda la información objetiva de que disponía, me llevaban a una única conclusión: la película debería haberme decepcionado soberanamente. Entonces... ¿por qué sonreí con cara de imbécil con cada fotograma? ¿Por qué tengo constantes ganas de volver a verla (y ya van tres)? ¿Por qué escucho en bucle la banda sonora, recreando los grandes momentos e imaginando el devenir de los personajes en las próximas entregas?

Sencillamente porque me ha gustado. Porque me he vuelto a zambullir en este universo, al que tantas horas he dedicado, y de nuevo a través de la gran pantalla. Porque he vuelto a creer en unos personajes y en sus historias, gracias seguramente a acudir a la sala sin expectativas predeterminadas, ni ideas preconcebidas. Y sobre todo, porque creo que es una película con muchas menos pretensiones que sus predecesoras de los 2000, y aunque muchos opinen lo contrario, creo que ese factor es muy positivo para la saga.

Y, sin embargo, el análisis frío de un humilde conocedor de la galaxia, me lleva a afrontar con solemnidad los que, hay que llamar, "atajos" (a menudo ridículos) del guión, fruto seguramente de la improvisación por una desmedida presión de Disney para entregar la película en el tiempo fijado para romper todos los records posibles de recaudación. Puede que nunca sepamos hasta qué punto Abrams y Kasdan son responsables de estas molestas inconsistencias o si, por el contrario, tuvieron que tragar con decisiones corporativas impuestas para que el producto resultara atractivo al abanico total de la audiencia. El caso es que, aunque me ilusiona la evolución de esta nueva historia y cómo puede desarrollarse en las próximas películas, todas estas puntualizaciones que expongo podrían suponer las bases de aquellos que argumentan que Disney ha cometido (y va a cometer) una posible destrucción de la saga.



Allá vamos:

AVISO DE SPOILERS: No leer hasta haber visto la película


Ausencia de contexto

Algo que no se le puede negar a George Lucas, fue su capacidad para sumergirnos en el contexto de la historia que nos quiso contar en las precuelas. Era capaz de situarnos en cada escena y ubicarnos inequívocamente en un planeta o escenario, todo ello con una información añadida que enriquecía notablemente las novedades que se iban abriendo en este nuestro universo favorito.

El Despertar de la Fuerza comienza 30 años después de El Retorno del Jedi, pero eso sólo lo sabemos los que hemos ido siguiendo la información sobre la película, porque la propia película es incapaz de ubicar el marco temporal de la acción. Pero no sólo eso, ni siquiera deja pistas de cuál ha podido ser el rumbo de los sucesos que desembocan en este nuevo escenario de enfrentamiento bélico.

Un inciso para los fans: todos sabíamos dónde nos metíamos, ahora no vayamos de nuevos. Hace poco más de un año se daba por zanjado el Universo Expandido (a partir de ahora Legends/Leyendas), y se abría un nuevo mundo de posibilidades (y ventas). Sabíamos que nos cobrarían por obtener detalles de personajes, historias y tramas, a partir de videojuegos, libros y cómics por "módicos" precios; pero han limitado con lo absurdo. Después de dos horas y pico de película, no sabes absolutamente nada de lo que ocurre en la galaxia. Ni cómo está organizada la Nueva República, ni por qué no puede enfrentarse directamente a la Primera Orden sin recurrir a la Resistencia. ¿Qué es la Primera Orden? ¿Una secta religiosa-militar que rinde culto al concepto del Imperio Galáctico dirigido por el Lado Oscuro? ¿Qué o quién es Snoke? ¿Cómo se crean los Caballeros de Ren? Esta retahíla de preguntas nos lleva al siguiente bloque, estando íntimamente vinculados entre sí.


Incongruencias con el universo Star Wars

Uno puede desechar tramas y personajes del "antiguo" Universo Expandido, pero lo que no se puede es violar la física y los principios básicos que rigen y mueven esta galaxia (y que se han respetado en los miles de productos que hemos conocido con el paso de los años).

Hay una cosa en la que se pasaron especialmente de listos en Disney, y resulta casi tan molesto como las carencias de fe de los antiguos oficiales imperiales. Si Star Wars ocurre en una inmensa galaxia con millones de mundos, no puedes desplazarte en cuestión de segundos de un lugar a otro, por muy absurda que sea tu hipervelocidad. Tampoco puedes pretender que sea creíble que un personaje vea desde la superficie de un planeta, la destrucción de otro sistema planetario. Sobre todo, señores responsables del marketing de Disney, si publicáis un mapa estelar que coloca a los nuevos planetas canon separados en cada esquina de la galaxia.


Por tanto, resulta ilógico ver la destrucción del sistema Hosnian Prime (situado en uno de los anillos centrales de la galaxia), desde la superficie de Takodana, que está en el Borde Exterior. Aún más, si tenemos en cuenta que el disparo de ¿láser? ¿plasma?, es lanzado desde el planeta de la base Starkiller, que según este mapa se encuentra en el otro extremo de la galaxia, en la Regiones Desconocidas. Y ojo, el rayo llega en cuestión de minutos. Lo siento señores Abrams y Kasdan, esto les rechinaría hasta el más poco avispado de nuestros cuñados.

Por otro lado, llámenme loco, pero si ustedes quisieran atrapar a un androide con forma de pelota para obtener un pincho USB que lleva escondido, ¿enviarían cazas para bombardearlo? No quisiera criticar al oficial de la Primera Orden al mando, pero quizás, el hecho de que el droide explote en cachitos, complica la misión de recuperar la valiosa información que conduce hasta Luke Skywalker. Pero bueno, yo tampoco soy ningún estratega bélico terrestre. Los mejores suelen venir de Corellia y Carida... Ah no, Carida ya no es canon....

Otra cosa que a un fan de Star Wars le puede hacer torcer el gesto, es la ligereza con la que el Halcón Milenario entra y sale del hiperespacio. En El Despertar de la Fuerza podemos ver al Halcón saltar al hiperespacio sin tan siquiera despegar del hangar en el que se encontraba, ni partir en mil pedazos el carguero de dicho hangar. Para rematar, más adelante vemos a Han salir del hiperespacio de forma manual directamente a la atmósfera del planeta de la Starkiller, así, a ojo. Disparates muy efectistas, pero disparates al fin y al cabo.

Otra observación es que, a estas alturas, no debemos saber una mierda sobre los poderes de la Fuerza. Hasta ahora habíamos visto que los usuarios de la Fuerza eran capaces de mover la materia a su voluntad. La materia... ¿Los disparos blaster/láser son materia? Yo los había preconcebido como "energía". En dicho caso, Kylo Ren es capaz de congelar el disparo del arma de Poe Dameron (un rayo de energía) a voluntad, algo que nunca habíamos visto, y yo particularmente desconocía por completo que un jedi o sith pudiera hacer. La escena es muy resultona, sin duda, y consigue acrecentar al personaje, pero como iremos comprobando, Kylo está muy lejos de ser un maestro Sith o un gran conocedor de la Fuerza como para realizar tal despliegue de medios.

Para incógnitas cogidas con pinzas, hablemos del sable láser de Anakin/Luke. Deduzcamos, como pasaba en el Universo Expandido, que el sable que Luke pierde junto a su brazo en Bespin, en El Imperio Contraataca, no cayera al abismo del núcleo del planeta gaseoso y fuera encontrado por algún droide o limpiador de Ciudad Nube. ¿La explicación más ocurrente para argumentar cómo acaba en manos de Maz Kanata dentro de un cofre de madera de arciano en un castillo lleno de ladrones, contrabandistas, cazarrecompensas y demás gente-jodida-de-barrio, es "ya habrá momento de explicaciones"? ¿En serio? Saber ahora que hace unos meses el papel de esta espada láser era completamente diferente, me da mucho miedito de cara a las improvisaciones de este tipo que se vayan a hacer en el Episodio VIII (que tiene mucho menos tiempo de margen para modificaciones en el guión). Crucemos dedos...

Es el Halcón nuevamente el que nos vuelve a dejar insatisfechos: ¿cómo es posible que Han y Chewie se topen con el Halcón nada más salir de la atmósfera de Jakku? Y si Jakku estaba siendo vigilado por un destructor de la Primera Orden, ¿cómo es posible que no sean interceptados por un escuadrón de cazas? ¿Sólo dos TIEs desplegados en la superficie? ¿Qué pasa con las escenas en el espacio? Esto nos lleva a la siguiente cuestión.


Escalas reducidas y ausencia de escenas espaciales

Llama poderosamente la atención, lo poco poderosas que son las fuerzas que se enfrentan en esta "guerra" de las galaxias. ¿Tan explícitos querían resultar con el homenaje al Episodio IV, que era necesario empequeñecer toda la galaxia? La escena inicial (perfectamente ejecutada para mi gusto), es consecuente con la situación: una fuerza especial de choque para contener un pequeño poblado y capturar a Poe Dameron. Las tropas de asalto resultaban por primera vez un enemigo letal, a la vez que un enemigo al que se puede abatir. Y vaya forma de abatir, por primera vez les vemos caer reventados, salir volando y sangrar como gorrinos... Con este comienzo, auguraba unas batallas de lo más jugosas y una variedad interesante de armas y vehículos. Pero no. Un destructor. 30 cazas TIE. 30 X-Wing. Un puñado de soldados de asalto y uno con un mamporro que repele espadas láser. Las tropas de la Resistencia son todavía más mediocres. Faltaba Gila llamando por teléfono: "¿Es el enemigo? Verá, a ver si podemos parar la guerra, que se nos han acabao los torpedos de protones".

Por otro lado, señor oficial al cargo de los ataques terrestres de la Primera Orden, ¿por qué bombardear con cazas y no con bombarderos? Me habría encantado ver a un TIE Bomber atacando en superficie, y que los soldado fueran apoyados por algún vehículo o andador (un AT-ST avanzado, quizás). Del mismo modo, si el castillo de Maz Kanata o los alrededores se hubieran enfocado de otra forma, podríamos haber visto a los contrabandistas y piratas contraatacar a la Primera Orden antes de que acudiera la Resistencia (que también habría sido interesante verles desplegando fuerzas terrestres y no sólo unos Ala-X). Sobre la Starkiller ya hablaré, ya que ocupa mi puesto número 1 en las secciones de errores de la película.


Más que "La Guerra de las Galaxias", el Episodio VII bien podría llamarse "La Escaramuza de las Galaxias", porque si bien hay poca guerra, lo que tampoco abundan son las estrellas. No hay batallas espaciales al uso y apenas hay secuencias de transición que nos muestren planetas, situación de las naves o te hagas una idea de las dimensiones que se barajan. Como comentaba antes, esta galaxia (como cualquiera) es enormemente grande, y los cuatro planetitas que nos muestran, carecen de atractivo e identidad (a excepción de Jakku y Hosnian Prime, no se nombra a ningún planeta). Ojo, no digo que la galaxia resulte pequeña o redundante por los planetas que vemos, sólo que habría sido muy muy interesante, mostrar algún planeta mentado o medianamente conocido para el fan medio. Un planeta lo suficientemente relevante como para que fuera verosímil su aparición, y que resultara atractivo. Por ejemplo, Ord Mantell en lugar de crear Takodana, cuyos enormes vertederos darían muchísimo juego con Rey (que es chatarrera), y es un lugar ideal para ocultar una red criminal de cazarrecompensas y piratas con una Maz Kanata mucho más oscura. Y hablando de Maz Kanata...


Personajes inconsistentes Vs. Personajes innecesarios

Los grandes colosos del hype que suscitaban los tráilers de El Despertar de la Fuerza eran los caballeros de Ren y la capitana Phasma. Entiendo perfectamente el cabreo que ha podido suscitar encontrarse con un enorme vacío al respecto. La Capitana Phasma (Gwendoline Christie o Brienne en Juego de Tronos) tiene tres apariciones testimoniales y cuatros frases carentes de cualquier cosa que rezume carisma. Su papel, accediendo a bajar los escudos de la base Starkiller, resulta hasta deprimente. Con la promoción que ha tenido el personaje, se esperaba al menos una escena de acción que dejase claro sus dones para el combate. Al menos, habría tenido sentido insinuar alguna clase de pasado oscuro. Algo. Lo que fuera. Y es que Phasma, reconozcámoslo, no aporta nada. [Ahora me como con patatas la figura de acción de Phasma que me compré hace tres meses].



Los Caballeros de Ren, por su parte, simplemente se dejan ver en un fotograma durante la visión de Rey (sí, Abrams nos coló un flashback). Dicha imagen ni siquiera coincide con la mostrada en los tráilers. Lo único que sabemos es que participaron junto a Kylo Ren en la destrucción de la Nueva Academia Jedi de Luke, y se les presupone el asesinato de un gran número de jedis. Promocionarlos fue una venta de humo muy descarada. Aquí no critico a la película, sino a la promoción envenenada que se ha hecho de ella. Gracias por nada, Robert Iger.



Hace unos meses me emocioné gratamente al conocer que Max von Sydow participaría en el Episodio VII, pero no imaginé que tendría un papel tan escueto y casi intrascendente. Aunque me llama la atención positivamente lo que he ido conociendo de Lor San Tekka, como que formaba parte de una doctrina/fe como la "Iglesia de la Fuerza" que simpatizaba y colaboraba con los Jedi, a quienes consideraban indispensables para mantener el equilibrio en la Fuerza en la galaxia. Es interesante imaginar a esta ¿religión? colaborando con la Alianza Rebelde, quizás conocían el paradero de algunos Jedi como el de Obi-Wan Kenobi (y por eso los Organa sabían acudir a él en Tatooine). Hasta me parece convincente que posean información relevante, como la ubicación del primer templo Jedi. Una pena que el personaje sea asesinado en el minuto cinco.


Ahora hablemos de la locaza, gritona y hitleriana figura del General Hux. ¿El requisito fundamental para alistarse a la Nueva Orden es ser un niñato presuntuoso e infantiloide? ¿Qué clase de respeto infunde un tío que la caga continuamente durante toda la película? ¿Por qué Snoke lo considera como un igual a Kylo Ren? ¿Es una clase de analogía con el Gran Moff Tarkin? ¿Acaso es necesario rescatar esa figura? No puede ser que nadie de los encargados de realizar esta película viera que este personaje no funciona. Es completamente fallido en concepto, pero al menos se salvaría con un toque oscuro de carisma. Quizás un hombre obsesionado con la supremacía del Imperio Galáctico, la perfecta simbiosis con Kylo Ren, el hombre obsesionado con el lado oscuro.


¿Y qué me dicen de Snoke? ¿Se cagaron ustedes en los calzones al verle y oírle? Escucharle en el tráiler resultaba imponente, pero en la película... Pues... Va a ser que no. Aquí el señor Don Líder Supremo no parece mandar. No veo consecuencias por la incompetencia de sus subalternos (Hux y Kylo). Su imagen no produce pavor, tal y como se conseguía con el Emperador original de El Imperio Contraataca, no el del triste muñeco de goma del Episodio III que se añadió después. Y en cuanto al tema de proyectarse con un tamaño descomunal sugiere un complejo de inferioridad que me hace pensar en un ser bastante pequeño e incluso débil, lo que no favorece en nada a la necesidad de consolidarle como el gran malvado en la sombra de la nueva trilogía. Y peor aún sería que resultara ser Darth Plagueis (personaje que ya no es canon), como algunos sugieren, ya que esa línea tiene tantas inconsistencias que sería contraproducente.



Los justos merecedores de sacarte completamente de la película son los grupos llamados Guavian Death Gang y Kanjiklub, que abordan el carguero de Han Solo para saldar cuentas con él y capturar a BB-8. Un conjunto de personajes, que parecen sacados del género B más mayúsculo de subproductos como Star Trek, Babylon 5 o Stargate, que a mí personalmente me resultan completamente incompatibles con Star Wars y no aportan absolutamente nada a una trama que tiene como desencadenante a unas criaturas llamadas "rathtars" (o como yo las llamo: "bastarditos de krakens"), que son relleno barato. Estos pulpos carnívoros, que resultan ser una creación de CGI bastante mediocre y cantante, sobran. Casi tanto o más como estas "bandas" de mierdecillas que no durarían ni medio segundo en los niveles inferiores de Coruscant. Si estos son una organización criminal, que venga el Sol Negro y lo vea. Y eso que con estos (el reparto de la indonesia Redada Asesina), se esperaban grandes cosas, al igual que con Phasma, pero sólo salen unos segundos y no se les ve ni repartir media ostia.


Pero el personaje más desafortunado es, sin duda alguna, Maz Kanata en su papel de Yoda 2.0. Es tan atropellado todo lo que rodea a este personaje, que casi consigue congelar el ritmo trepidante que llevaba el largometraje. Vayamos por partes:

  1. Si el CGI usado para los rathtars no parecía trabajado, el de Maz Kanata canta La Traviata en Si menor. Después de dar tanta guerra con los personajes animatrónicos (que realmente se ven genial en pantalla), resulta que el único personaje principal creado digitalmente es un despropósito. Ni se mueve de forma creíble, ni su piel tiene una textura que resulte medianamente real, ni tiene un diseño que llame la atención lo más mínimo. No sorprende (como si lo hicieran Jar Jar o Watto), no es recordable (como lo es Gollum), en definitiva, visualmente no funciona.
  2. Podría perdonar tales defectos, si no nos encontráramos con un personaje sin personalidad definida. ¿Es un personaje duro? ¿Es un personaje fuerte? ¿Es divertido? ¿Es enigmático? ¿Irradia sabiduría? ¿Oscuridad tal vez? Pues ni puta idea, porque es un popurrí de todo sin marcar un tono que vaya a alguna parte. Sin mayor prólogo que un "no miréis nada" de Han Solo, aparece la enana Maz gritando su nombre. Todos los presentes se callan. "Ostia, a esta tía se la respeta", piensas. Pero no pasa nada. Se acerca y va de graciosa preguntando que donde está su novio (Chewie). Nadie se ríe. No pasa nada. Mira a Finn a los ojos, y se pone en plan vidente a decir que tiene mirada de cobarde. No pasa nada. Y finalmente descubrimos que tiene ahí tirada la espada láser de Luke y se pone a darle consejos a Rey sobre la Fuerza... Pero vamos a ver, ¿qué es? ¿Es un ser sensible a la fuerza? ¿Es una criminal y el castillo es su sede? ¿O dirige un refugio para dar cobijo y consejo a contrabandistas? ¿Tiene sentido que todo eso case con un mismo personaje? No, no tiene sentido. Mejor dicho, no tiene más sentido que el de tratar ser un Yoda al uso, e iniciar unos primero pasos en la instrucción de Rey en la Fuerza. Un recurso forzado. Un atajo narrativo que nos evoque a la trilogía original. Error.
  3. Como me he preguntado antes: ¿quién es Maz? ¿Una antigua pirata convertida en madame del crimen? Pero lo más importante: ¿qué hace o aporta a la historia? Lo único que sabemos es que Han recurre a ella, en plan buscando consejo y medios para contactar con la Resistencia. ¿Simpatiza con la Resistencia? Ni idea, quien informa de la llegada de los fugitivos es una espía. ¿Forma parte de alguna organización simpatizante de los Jedi como Lor San Tekka? Es lo que quiero creer para que algo tenga sentido. Alguien que es conocedora y creyente de la Fuerza, pero que no es lo suficientemente poderosa como para utilizarla. En cualquier caso, además de carecer de personalidad, carece de un rol definido y de un aporte significativo a la trama. Tal cual vino se fue, ya que desconocemos cuál es su destino...



Base Starkiller y otros elementos fruto de la improvisación

Uno de mis mayores temores actuales es el poco tiempo del que Rian Johnson dispone para realizar y ejecutar el Episodio VIII. Y es que, sin paños calientes, serán los siguientes episodios los que definirán (en conclusión) la calidad y el resultado de El Despertar de la Fuerza. Y como todo el mundo sabe: el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio... Lleva al sufrimiento. Y, amigos, no quiero sufrir.

La base Starkiller se salta todas las fases del lado oscuro y nos lleva directamente al sufrimiento. Un atajo, una vuelta de tuerca, el "deux ex machina" con mayúsculas de la película: un elemento de guión (improvisado, o al menos es la sensación que transmite) que trata de cumplir con la función icónica de la Estrella de la Muerte, sin una necesidad real de que la hubiera.

Pensemos en el concepto. Aunque muchos la han simplificado en "otra Estrella de la Muerte más grande" (que realmente es su función como elemento narrativo e icónico), se trata de un pequeño planeta helado anónimo que ha sido deformado y reconstruido desde el núcleo hasta la corteza, para albergar un inmenso cañón planetario artificial. Una vez con el concepto sobre la mesa, pienso en la Primera Orden y en su logística militar. Estamos hablando de una escisión de los restos imperiales que ha derivado en una especie de secta religiosa armada. Llegado aquí, lanzo las siguientes preguntas:
  • ¿Cómo pueden tener la capacidad de recursos (humanos/alienígenas, energéticos y materiales) para ejecutar semejante proyecto?
  • ¿Cómo funciona exactamente? ¿Si recurre a la energía del sol del sistema, absorbiéndola, por qué parece emitir su haz de energía desde el núcleo planetario? ¿Cómo pueden dividirse dichos haces, como si fueran materia, e impactar en objetivos concretos a enorme distancia?
  • ¿Cómo puede esta superarma disparar a otro sistema planetario, y hacer blanco en un periodo de tiempo menor a décadas, en el mejor de los casos? Bueno, al parecer, con el último visionado de la película se comenta que se trata de un arma con hipervelocidad. Pero entonces, ¿cómo pueden ver el disparo los habitantes de un planeta de un tercer sistema que se encuentra en otra ubicación?
  • ¿Qué sentido táctico tiene ubicar una superarma en un punto fijo, como es un planeta, sin capacidad para moverse a otros sistemas?
  • En el mismo sentido de lo táctico y de la eficiencia de una obra planetaria de semejante calibre y coste: utilizando la energía de una estrella, al realizar un segundo disparo, la estrella prácticamente ha sido consumida. Vuelvo a preguntar: ¿qué sentido tiene destinar tantos recursos a una superarma que sólo se puede disparar dos veces, en lugar de invertir en un ejército y una armada más numerosos?


Como vemos, la base Starkiller es un atajo de guión inmensamente absurdo. Todo lo que no tiene sentido en la película parece estar asociado a esta base, y el plan para destruirla es tan atropellado, simplista y repetitivo para que refleje nostalgia, que casi consigue que hasta el personaje de Poe Dameron resulte fallido. Los que sí fallan son una Primera Orden que parece estar dirigida como pollo sin cabeza por un Hux amariconado que abandona a sus hombres a la primera de cambio y un Snoke carente de carisma. Y, por otro lado, una Resistencia de cuatro gatos con cuatro naves, encabezados por brabucones con el genio estratégico de un galápago copulando.

La base Starkiller no es sólo un edificio y un superláser, es un planeta en el que se aglutina el grueso del ejército que conforma la Primera Orden. ¿En serio son incapaces de neutralizar a un pequeño grupo de cazas? ¿Nadie dispone en la actualidad de destructores, cruceros y fragatas? De hecho, ya que la Resistencia es tan "pequeña", ¿a nadie se le ocurrió evacuar el planeta de la base de la Resistencia en vez de apostar todo a la intuición de Finn para encontrar un punto débil en la Starkiller? Todo resulta, en frío, tan ridículo que el hecho de que también disponga de un punto débil como la Estrella de la Muerte acaba siendo pasado por alto. De hecho, a estas alturas de la película estamos centrados en el rescate de Rey y el desenlace de Han Solo, la batalla de los Alas-X resulta indiferente. Se convierte en un complemento circunstancial con unos pilotos casi necesariamente olvidables (empezando por el actor del poli gordo de Heroes, que le veo totalmente desubicado en Star Wars).


No. La Starkiller no ha despertado la Fuerza, más bien ha levantado ampollas entre los "real fans" (si es que hay unos más reales que otros). No habría costado nada rendir homenaje al, ahora antiguo, Universo Expandido y que la Primera Orden hubiera desarrollado el Triturador de Soles o los Devastadores de Mundos. Armas contundentes, alejadas de la figura de la Estrella de la Muerte, coherente a las capacidades de la Primera Orden. No discuto la contundencia de un prototipo como Starkiller, pero sólo tendría cabida en una historia desarrollada en una época anterior a la Gran Guerra Hiperespacial y la Antigua República, donde los viajes espaciales fueran más limitados y la conquista o el control de cada sistema fueran una odisea.

Por verle un par de cosas positivas, cabe destacar el homenaje al borrador del guión de Star Wars original en el que Luke se apellidaba Starkiller. Por otro lado, merece la pena su funcionamiento, ya que, como elemento circunstancial, funciona notablemente para oscurecer el rostro de Ben Solo en su momento parricida (para mí, uno de los momentos de la película), dando su paso más fuerte al reverso tenebroso como Kylo Ren.



CONCLUSIONES

"¿Cómo puede este payaso afirmar que le ha gustado El Despertar de la Fuerza y luego ponerla verde?", pensaréis. Por una simple razón, mis lectores inexistentes, he tenido que hacer un esfuerzo por detectar, aceptar y analizar estos puntos débiles. Si me ha costado tanto realizar este ejercicio, y tan poco obviarlos y perdonarlos, es que este producto cinematográfico ha funcionado.

Como veréis no utilizo el término "película". Cada día cuesta más ver películas. Disney, al igual que sus homólogos, ya no hace películas. Vende trocitos de espectáculos magnificados, diseñados concienzudamente para que su digestión sea fácil, su consumo se antoje tremendamente delicioso y te anime a consumir más. Productos que obliguen a las masas a trasladarse al cine, no para ver cine, sino para asistir a grandes eventos. Aquí me veo en una encrucijada, porque me gusta el cine y me gusta Star Wars. Y parece ser que Disney ha decidido no hacer más cine con Star Wars, sino eventos a la carta. Un evento previamente psicoanalizado a escala social y esmeradamente planificado para que funcione en el perfecto equilibrio de modo que se consiga el máximo beneficio posible. Y diréis, claro, es que uno de los principales fundamentos del cine es vender y hacer dinero, y mayoritariamente así es. Pero hasta los últimos años, he querido pensar que siempre ha habido un ejercicio artístico y la idea de una persona ejecutándose bajo su enfoque. Obvio, ¿no? Pues no parece tan claro que el cine se haga así, en lo que a los gigantes del entretenimiento respecta. No sé hasta qué punto se le puede llamar "película" a un producto de laboratorio diseñado al milímetro.

La cuestión es: ¿como fan de Star Wars, estamos dispuestos a que la saga se convierta en un producto de este tipo? Por lo que escucho en los análisis de los fans que tienen una repercusión notable, se está demandando que se tome nota de las impresiones de los fans a la hora de cincelar el futuro Episodio VIII. Así que, ¿hasta qué punto criticamos lo que, por otro lado, estamos exigiendo? ¿Queremos que Star Wars sea un producto a la carta, que analicen todas las reacciones para hornear más productos a gusto del consumidor, en una relación directamente proporcional a la recaudación global?

Yo, por mi parte, habría preferido que Abrams hubiera tenido libertad de creación para hacer cine, al margen de que el resultado me hubiera gustado más o menos, a nivel de fan. Pero también hay que reconocer que Disney ha encontrado el equilibrio perfecto entre solidez del producto y rentabilidad. Es sólida porque es una historia sin pretensiones, abierta a que el público general la disfrute sin sentirse "desplazado por el frikismo", le toca la fibra al fan de la trilogía original y consigue crear debate e interés por parte de los fans avanzados, cuya hambre de saber y entender todas las inconsistencias de la película, animará a sumergirse en el nuevo Universo Expandido, es decir, a recaudar más dinero. Aquí llegamos a la rentabilidad: ¿era difícil obtener beneficios con la franquicia de Star Wars? En absoluto. Tratar de obtener el máximo beneficio, es el ejercicio que creo que Disney ha sabido ejecutar con maestría; ya no sólo al nivel de llegar a todos los estamentos sociales, sino al de irrumpir en mercados inaccesibles, como el chino (aunque no todo lo bien que esperaban).
El debate es que no nos encontramos ni de lejos con la peor película de Star Wars, pero, como argumento narrativo del universo Star Wars, puede que estemos ante un producto pobre. Un producto que no ha sabido consolidar un contexto sólido y coherente, alrededor de unos personajes con un potencial enorme. En este sentido, podemos hablar de oportunidad perdida a la hora de enriquecer y dar un valor añadido a esta historia de grandes personajes.

El Despertar de la Fuerza cuenta con un arranque espectacular, con unos primeros cuarenta minutos frenéticos, pero da la sensación que habían dedicado el 70% del trabajo conceptual y narrativo a esos 40 minutos, y el resto se fue haciendo sobre la marcha, con dos momentos finales muy claros, pero sin saber ejecutar un desarrollo consistente que nos lleve a dichos momentos de forma fidedigna. Por esa razón, porque le he dado muchísimas vueltas, porque desde que empecé a escribir esta entrada he vuelto a verla una tercera vez, me voy a tomar la licencia de compartir una alteración del argumento original de la película desde un punto de vista personal y enfocado a todo lo que significa Star Wars para mí. Lo que viene a ser un breve "fan fiction" novelizado del Episodio VII en el que ofreceré un contexto diferente sin cambiar el rumbo global del argumento, a partir del momento en el que creo que la película empieza a decaer, con la aparición de Han Solo y Chewbacca.
Voy a quebrantar el orden lógico de este blog, haciendo un paréntesis dedicado a este menester. En las próximas entregas, reescribiré aquellas escenas de la película que no encajan del todo y aquellas que parecen incompletas o carentes de verosimilitud. Mi intención es darle más sentido a determinados personajes secundarios que han sido muy maltratados y que resultan incomprensibles. Desde el respeto que merecen los creadores del guión, indicaré que estas entradas sólo tienen el ánimo de entretener, ofreciendo una versión alternativa.

Que la Fuerza os acompañe.




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